Espacio arremolinado

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Después de que el tiempo había sido restaurado, Mara y su equipo creían que había pasado el mayor peligro. El nodo temporal se había estabilizado, y la realidad parecía volver a la normalidad. Pero el silencio no lleva mucho tiempo. Poco después de que las frecuencias de las cuerdas se hayan recalibrado, una nueva anomalía se manifiesta, esta vez, no en el tiempo, sino en el espacio.

Las observaciones iniciales parecían meras fluctuaciones locales: pequeñas distorsiones en los campos gravitacionales, movimientos extraños de las estrellas, áreas en las que el espacio parecía "estirarse" o contraerse. Pero a medida que pasaron los días, estas anormalidades se amplificaron, hasta que toda la estructura espacial comenzó a contorsionar.

En medio del caos, Mara sintió el eco sutil de las cuerdas, esta vez más profundas, más amenazantes. El espacio, como el tiempo, estaba relacionado con las vibraciones de las cuerdas. Si el tiempo hubiera sido una resonancia, el espacio era la extensión misma de estas vibraciones en múltiples dimensiones.

"No es solo una distorsión local", dijo Mara, mirando en las profundidades de un diagrama holograma tridimensional que proyecta el universo, caótico alrededor de un nuevo nudo de energía. "El espacio en sí se dobla, se pliega ... como un océano agitado por una fuerza desconocida".

Al igual que con el nodo temporal, el equipo de académicos comenzó a sospechar que una anomalía de cuerdas estaba involucrada aquí. Los supercalculadores cuánticos detectaron puntos de tensión en la estructura del espacio, lugares donde las cuerdas parecían vibrar. Pero a diferencia del tiempo desestabilizado, donde se podían ajustar las correcciones vibratorias, el espacio era mucho más difícil de controlar. Estaba acostado en todas las dimensiones, parecía reaccionar no solo a las cuerdas, sino también a importar y energía, como si todo el tejido del cosmos fuera arrancado de las raíces.

"Estas deformaciones se extienden mucho más allá de lo que imaginamos", dijo uno de los investigadores, señalando un modelo de galaxias que parecía doblarse y desaparecer. "Se amplifica, todos los días, y todo converge a un solo punto".

Mara entendió que el eco de las cuerdas había regresado. El nodo creado por el primer viaje temporal no había sido una singularidad aislada. Era solo una parte de una cascada mucho más grande, que ahora se propaga en el espacio. Cada tamaño era una vibración conectada, y ahora esas cuerdas, ya tensas, habían comenzado a afectar la estructura de tres dimensiones del cosmos.

"Debemos encontrar la fuente y estabilizarla antes de que el espacio se derrumbe", dijo Mara, con ojos sujetos a los mapas cósmicos que comenzaban a mostrar grietas. "Esto no es solo un nudo. Es una espiral, una tormenta en expansión".

Lo que iban a hacer ahora era mucho más riesgoso que la recalibración del tiempo. El nodo espacial estaba en la intersección de miles de cuerdas que controlaban no solo las leyes de gravedad y movimiento, sino también la existencia física de la materia. Su corrección no significaba solo la restauración del orden, sino la manipulación profunda de las fibras invisibles que apoyaban el universo.

El viaje a ese punto fue un desafío en sí mismo. El nodo espacial estaba en un área donde la gravedad era caótica y navegar por un espacio tan inestable era peligroso. Mara y su equipo prepararon un barco especialmente modificado para resistir las distorsiones, con escudos gravitacionales y un sistema de detección de vibración de cadena avanzado. Cada medidor fue una lucha contra un cosmos involucrado.

Cuando llegaron al punto cero de las anomalías, el espectáculo fue abrumador. El espacio estaba fragmentado, las piezas de realidad enteras parecían girarse, como las olas de un océano que traga todo en el camino. En medio del caos, las vibraciones de las cuerdas eran tan fuertes que cada átomo parecía estar desgarrado por fuerzas opuestas.

"Esto no es solo una deformación", dijo Mara, su voz apenas escuchada en el rugido cósmico. "Es una ruptura total del espacio".

Al acercarse al nudo central, Mara sabía que solo tenía una oportunidad. La corrección de la frecuencia de las cuerdas tuvo que hacerse con una precisión imposible, de lo contrario, toda la estructura espacial podría colapsar en un vórtice que absorbería no solo su galaxia, sino también las dimensiones relacionadas.

En un último intento desesperado, todos los sistemas para detectar el patrón vibratorio correcto. Las cuerdas comenzaron a vibrar cada vez más intensamente, y el espacio se estaba volviendo cada vez más peligroso.

"Ahora", dijo, presionando el botón de sincronización final.

Por un momento, todo se detuvo. El espacio parecía haber estado en silencio, como si el universo hubiera contenido la respiración. Luego, lentamente, el nudo comenzó a tensarse, las cuerdas para recuperar su armonía y el espacial se contorsionó para suavizar.

Mara cayó exhausto, pero miró en silencio mientras el eco de las cuerdas cesó, y el espacio volvió a la normalidad.

Esta vez, sin embargo, sabía que el peligro no había desaparecido realmente. En algún lugar, en otra dimensión, otro nudo estaba esperando despertar.

Autor

  • Nacido el 31 de enero de 1978 en Bucarest. Ingeniero diplomado por la Universidad "Politehnica" de Bucarest, Departamento de Ciencias de la Ingeniería, Rama Francófona, División Eléctrica, especialización "Ingeniería eléctrica e informática" (cursos en francés), estudios en profundidad en el campo de la ingeniería eléctrica en la Escuela Politécnica Federal de Lausana en Suiza (cursos en francés e inglés), especialización de posgrado en pedagogía en el Departamento de Formación del Profesorado de la Universidad "Politehnica" de Bucarest. Doctor en ingeniería con calificación "muy buena" (magna cum laude) en el campo de la ingeniería eléctrica de la Universidad "Politehnica" de Bucarest, Facultad de Ingeniería Eléctrica. Personal docente universitario (preparador, asistente, jefe de trabajo) durante 21 años en la Facultad de Energía de la Universidad "Politehnica" de Bucarest y miembro de la Comisión para el Desarrollo de la Creatividad de la Academia Rumana de Científicos (AOSR). Asesor del Ministerio de Educación, del Centro Nacional de Reconocimiento y Equivalencia de Títulos desde 2007. Miembro de la Asociación General de Ingenieros Rumanos (AGIR), de la Asociación "Sociedad Científica ICPE" (SS ICPE), del Centro de Ciencias , Prospectiva, Creatividad y Ficción (Centro StrING) y voluntaria dentro del proyecto TROM.

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