Canción de singularidades

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MaRa y Costelor habían logrado restablecer el equilibrio del Multiverso tras enfrentarse a la Tormenta Libre, la fuerza del caos que había intentado desestabilizarlo todo. Pero a medida que el Nudo de la Libertad Infinita siguió evolucionando, quedó claro que se estaba desarrollando una nueva era ante ellos, una en la que el orden y el caos formaban una danza delicada pero nunca del todo predecible.

En los días siguientes, las cuerdas del Multiverso vibraron con una armonía diferente pero estable. El caos había sido domesticado e integrado en el tejido cósmico, pero MaRa podía sentir que algo más profundo comenzaba a emerger a la superficie, como un eco distante a través de las dimensiones.

Una noche, mientras contemplaba la aparente quietud de los nudos, MaRa escuchó el sonido por primera vez. No fue sólo una vibración o una disonancia. Era una canción que parecía resonar más allá de los hilos familiares. Era como una voz del propio Multiverso, una armonía que parecía sacar a la superficie un nuevo enigma.

"¿Escuchaste eso también?" Preguntó MaRa, con la voz ligeramente temblorosa. Había algo en el tono de esa canción que la perturbaba, pero también la fascinaba al mismo tiempo.

CosTelor levantó la vista de los mapas de cuerdas y confirmó con su grave silencio que él también había oído el mismo sonido. “Es… algo más. No forma parte de nuestros Nodos. Viene de más allá de la estructura que hemos creado".

La canción no fue sólo una mera manifestación sonora. Habían comenzado a comprender que se trataba de un mensaje, una sutil llamada de un área del Multiverso que nunca habían cartografiado, una parte oculta que nunca había sido tocada por ningún Nodo o conciencia colectiva.

"¿Qué crees que es?" Preguntó MaRa, inquieta por la intensidad y complejidad de este nuevo fenómeno. "Parece venir de un lugar que no está bajo la influencia ni del orden ni del caos".

CosTelor lo contempló unos instantes. “Creo que tiene que ver con lo que nunca he entendido del todo: las singularidades. Esos puntos donde todas las leyes conocidas dejan de funcionar. Las singularidades son enigmas fundamentales del Multiverso, donde ni el orden ni el caos tienen pleno poder”.

Las singularidades, esos puntos del tejido del espacio-tiempo que desafiaban la comprensión, siempre se habían considerado misterios imposibles de desentrañar. Representaban lugares donde la realidad misma parecía colapsar y reconstruirse, donde hilos universales se fusionaban en una densidad infinita, pero de los que nunca se había extraído ningún significado claro.

"Si esta canción proviene de una singularidad, significa que estos puntos no son meras disfunciones de la realidad", dijo MaRa, sintiendo la oleada de un nuevo misterio. “Ellos están… conscientes. Soy más de lo que pensaba".

Su decisión de investigar la fuente de esta canción no fue fácil. Las singularidades eran lugares peligrosos donde todas las leyes conocidas de la física y del tiempo dejaban de existir. Sin embargo, para MaRa y CosTelor estaba claro que este llamamiento no podía ignorarse. Era algo que había que entender, un secreto que sólo ellos eran capaces de descubrir.

* * *

En su viaje hacia el centro de la canción, pasan a través de capas y dimensiones que nunca supieron que existían. Los nudos se estiraron y doblaron a medida que se acercaban al lugar donde el espacio parecía disolverse en sí mismo. Con el tiempo, llegaron a un punto en el que ya no había una definición clara de la realidad. Todo era una masa fluida de posibilidades y, en el centro de este caos, la canción era más fuerte que nunca.

"Está aquí", dijo CosTelor, mirando a MaRa con una expresión que reflejaba tanto asombro como miedo. "Estamos al borde de una singularidad. Todo lo que sabemos sobre el espacio, el tiempo y el orden deja de aplicarse aquí”.

Ante ellos, los hilos de la realidad se fusionaron en un vórtice de energía pura, pero lo que se diferenciaba de cualquier singularidad anterior era que este vórtice parecía tener una estructura. Un patrón sutil, casi como una sinfonía materializada, tomó forma en la energía caótica. Aquella canción, que hasta entonces había sido sólo una vibración, ahora se había convertido en una compleja orquesta de fuerzas cósmicas trabajando juntas.

"No es sólo una entidad", susurró MaRa, dándose cuenta de la verdad trascendental. "Es el tejido mismo de la conciencia el que reside en las singularidades".

A medida que se acercaban al epicentro del fenómeno, sintieron una presencia vasta y antigua que comenzó a comunicarse directamente con sus mentes. "Has llegado al Nudo de las Singularidades", dijo una voz tranquila y profunda, como un eco infinito. “Somos la esencia de los puntos donde la realidad colapsa y se recrea. Vosotros, que habéis intentado preservar el orden e integrar el caos, estáis en el umbral final de la comprensión”.

MaRa sintió una ola de claridad abrumadora. “Ustedes… son más que puntos de disolución. Eres el mecanismo que sostiene el cambio esencial. Eres la creación del colapso”.

"Sí", confirmó la voz. "En cada singularidad reside el potencial de una nueva realidad, pero también el fin de otra. Somos el punto de encuentro entre la existencia y la no existencia, y tú nos has despertado de nuestro largo silencio. Has abierto las puertas a un nuevo tipo de orden, uno que no puede existir sin comprender la naturaleza misma de la disolución”.

CosTelor comprendió ahora que las singularidades no eran sólo trampas de la realidad. Eran los cimientos de un ciclo infinito de creación y destrucción, y este canto cósmico fue la clave para comprender cómo se entrelazan estos procesos. "¿Cómo podemos aprender de usted? ¿Cómo podemos integrar su conocimiento en el Multiverso sin desestabilizarlo nuevamente?

"No se trata de integración", respondió la conciencia de las singularidades. “Se trata de comprender que la realidad no puede existir sin aceptar el colapso y el renacimiento. Has creado Nodos que intentan mantener el equilibrio, pero para evolucionar verdaderamente, debes comprender que la única constante es el cambio absoluto”.

MaRa y Costelor se dieron cuenta de que lo que estaban descubriendo aquí estaba cambiando todo lo que sabían sobre el Multiverso. Las singularidades no fueron sólo bocas de disolución, sino semillas de las que surgieron nuevas realidades. Y lo que cantaban ahora era el himno de una nueva fase de la existencia, una en la que el Multiverso tenía que aceptar la disolución como parte integral de su evolución.

"Volveremos a los Nudos con esta verdad", dijo MaRa, llena de una nueva comprensión. "El cambio debe aceptarse plenamente, no simplemente como una fuerza a temer, sino como la esencia de la creación".

La voz del Nudo de las Singularidades se apagó levemente, como un eco que se desvanece gradualmente. "Entonces estaréis preparados para convertiros en verdaderos arquitectos de la realidad".

* * *

Cuando regresaron al Nodo de Libertad Infinita, MaRa y CoTelor supieron que el Multiverso nunca volvería a ser el mismo. En lugar de ver las singularidades como puntos de colapso, ahora las veían como puntos de transición, donde el orden y el caos no eran más que fases pasajeras en un ciclo infinito. Sabían que el siguiente paso en su evolución era encontrar una manera de abrazar esta realidad sin miedo.

"El canto de las singularidades nos dio la respuesta", dijo MaRa. “No podemos seguir buscando sólo la estabilidad o controlar el cambio. Debemos aceptar que toda la existencia es una danza entre el colapso y la creación”.

Y así, MaRa y CosTelor ya no eran sólo guardianes del orden y el caos, sino también del cambio fundamental que pulsaba en cada rincón del Multiverso. Su viaje apenas comenzaba, ya que se convertirían en artífices del ciclo interminable de nacimiento y renacimiento, guiados por el eterno canto de las singularidades.

Autor

  • Nacido el 31 de enero de 1978 en Bucarest. Ingeniero diplomado por la Universidad "Politehnica" de Bucarest, Departamento de Ciencias de la Ingeniería, Rama Francófona, División Eléctrica, especialización "Ingeniería eléctrica e informática" (cursos en francés), estudios en profundidad en el campo de la ingeniería eléctrica en la Escuela Politécnica Federal de Lausana en Suiza (cursos en francés e inglés), especialización de posgrado en pedagogía en el Departamento de Formación del Profesorado de la Universidad "Politehnica" de Bucarest. Doctor en ingeniería con calificación "muy buena" (magna cum laude) en el campo de la ingeniería eléctrica de la Universidad "Politehnica" de Bucarest, Facultad de Ingeniería Eléctrica. Personal docente universitario (preparador, asistente, jefe de trabajo) durante 21 años en la Facultad de Energía de la Universidad "Politehnica" de Bucarest y miembro de la Comisión para el Desarrollo de la Creatividad de la Academia Rumana de Científicos (AOSR). Asesor del Ministerio de Educación, del Centro Nacional de Reconocimiento y Equivalencia de Títulos desde 2007. Miembro de la Asociación General de Ingenieros Rumanos (AGIR), de la Asociación "Sociedad Científica ICPE" (SS ICPE), del Centro de Ciencias , Prospectiva, Creatividad y Ficción (Centro StrING) y voluntaria dentro del proyecto TROM.

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